La verdad es la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere o fidelidad de una idea.
El término se usa con un sentido técnico en algunos campos como la ciencia, la lógica, las matemáticas y la filosofía.
Una verdad absoluta es el conocimiento pleno y universal del mundo objetivo. Este conocimiento se logra, según Ortega y Gasset, mediante verdades incompletas y relativas que nos aproximan a esta verdad.
Cuando queremos saber la realidad de algo, no nos damos por satisfechos hasta saber esta y si detectamos que un argumento es falso, lo descartamos inmediatamente. El subjetivismo no es una opción posible para alcanzarla, por lo que hay que ser lo más objetivo posible.
Sin embargo, muchas veces no tenemos claro qué es verdad y qué no lo es, por esto, debemos de tener en cuenta varios criterios para reconocerla y dejar las apariencias y los falsos argumentos atrás. Muchas veces tenemos como verdaderos sucesos que en realidad no lo son, por lo tanto, debemos de detenernos a pensar si aquello que nos dicen coincide con lo que otras personas también afirman y sabemos que su afirmación es infalible, tener en cuenta la autoridad. Es también necesario, tener en cuenta el consenso, es decir, que la mayoría afirme que eso es cierto, pero a la misma vez esto tiene que ser coherente y razonable. Si el resultado de poner en práctica aquello que te han dicho coincide con ello, es verdadero. Y por último, si tienes evidencia empírica sobre el hecho, obviamente también lo es.
A menudo, falsamente se dice que la verdad es relativa, pero en realidad, lo que hay son versiones, que al mezclarlas, de estas, se saca la verdad absoluta.
Si la verdad no es absoluta, si tu verdad no coincide con la mía, incluso con la realidad demostrable, ¿no estamos simplemente hablando de sentimientos en lugar de hechos?
Comentarios
Publicar un comentario